miércoles, 19 de diciembre de 2012

Las luces azules de Navidad

Paseando estos días por las calles llenas de adornos navideños hubo un momento en el que llegué a plantearme hacerle una visita al oftalmólogo. Casualmente todas las luces de un tono azul oscuro se me presentaban desenfocadas (y tal efecto ocurría sin haber bebido nada de alcohol, y año tras año). Algún recuerdo se activó en mi mente trayendo al lado consciente las clases de TV donde me explicaron lo de la refracción de la luz junto con algo de óptica y una pizca de anatomía del ojo humano, pues dicho y hecho, tras una consulta al oráculo (google) he aquí la explicación ....

CTRL-C, CTR-V de la fuente citada

fuente: Ciencia Explicada

¿Te cuesta enfocar las luces o LEDS azules? Estas son las razones físicas y biológicas

Desde hace unos años se están introduciendo cada vez más los LEDs azules para el diseño de carteles luminosos. Aunque seguramente quienes disponen su instalación pueden verlos perfectamente, a muchos nos puede resultar imposible no ver más que un borrón azul, aún distinguiendo muy nítidamente todo lo que rodea a dichas luces. Si te ha ocurrido alguna vez habrás reconocido perfectamente la sensación a la que me refiero ya que el efecto es muy claro y obvio.





Hoy voy a explicar las dos razones principales de esta dificultad del ojo humano para ver bien enfocado el color azul, algo que nos afectan a todos en mayor o menor grado aunque como digo arriba, el efecto ni siquiera es perceptible para muchos y muy obvio para otros.



1) Razón puramente física


¿Qué tiene de especial el color azul? Antes de eso, hay que recordar que la luz que llamamos "blanca" en realidad es la superposición de todo un espectro de frecuencias, o longitudes de onda. Lo que conocemos como colores son nombres que les damos a bandas de frecuencias más o menos anchas de forma absolutamente arbitraria dependiendo de cada cultura. Cuando decimos que algo es rojo, verde o azul queremos decir que la luz que refleja está en torno a 600nm o 550nm o 400nm de longitud de onda, respectivamente.

Partiendo entonces del hecho de que cada color es una frecuencia electromagnética distinta, se puede entender que existan materiales que "dejen pasar" la luz con mayor o menor velocidad dependiendo de su frecuencia. Cuando un rayo de luz blanca pasa de un material a otro con distintas características en este sentido, se produce el fenómeno de la dispersión cromática. Todos la hemos visto en el arcoiris, aunque se puede reproducir con un prisma del material adecuado:


En el dibujo del prisma ya se ve lo primero en lo que el azul se distingue: los colores azulados son los que más se desvían de la trayectoria inicial del rayo blanco.

Ahora pensemos que esos rayos son los que entran en el ojo para formar la imagen en "el fondo del ojo" (la retina), pasando antes por una lente natural (el globo ocular), y si es el caso, lentes artificiales (gafas, lentillas):

(Fuente imagen: Ocularis)

Para tener una visión perfecta, el objetivo es que todos los rayos que vienen de un mismo punto de un objeto que se está mirando, converjan exactamente en un punto en la retina. Evidentemente es imposible alcanzar la precisión absoluta, pero un ojo sin defectos se acerca mucho a este ideal.

Ahora bien, ¿qué pasa con los colores? Si el material del ojo (y de las gafas) tiene un índice de refracción que varía con el color (lo que es normal), será imposible que todos los colores estén enfocados exactamente a la vez.

La sorprendente conclusión es que el ojo solo puede ver perfectamente en un único color. Esta imagen muestra el efecto con una lente de muy alta graduación en la que los efectos son muy exagerados:


Los bordes y huecos entre colores no existen realmente, son un efecto de la diferente velocidad de la luz en función del color conocido como aberración cromática.

Lo habitual es que el "color perfecto" de un ojo esté entre el rojo y el verde. Esta es la razón de que los oftalmólogos realicen la prueba de la siguiente figura, para detectar si el color para el que tu ojo está "calibrado" se ha desplazado de su óptimo entre esos dos colores:


(Fuente imagen: ocularis)

Cuando en los dos lados, rojo y verde, se ve igual de bien enfocado (en realidad "igual de mal enfocado", pero con desenfoque apenas perceptible), se puede decir que la visión del ojo es óptima.





Pero si optimizamos el enfoque para un punto entre el verde y el rojo... ¿en qué situación deja eso a los azules? Pues mal enfocados. Bastante peor que los verdes y rojos. Sin embargo la mayoría de objetos de nuestro día a día tienen poco color azul, o si lo tienen no hace falta distinguir detalles muy finos (e.g. el cielo), por lo que no es importante. De hecho, no tendría sentido calibrar el enfoque del ojo para el azul porque la razón biológica que cuento más abajo haría que ese enfoque realmente no se pudiese aprovechar.
Para terminar con esta primera parte, vamos a ver un experimento que ilustra cuán diferente es el azul de los otros dos colores primarios. Se trata de un holograma (de un tubo visto de frente) que se puede visualizar con cada uno de estos tres colores. Para el verde tiene este aspecto:

Para los tres colores a la vez, se ve así:

Lo más llamativo es la diferencia de tamaño de la parte azul. En este tipo de hologramas, el tamaño es linealmente proporcional a la longitud de onda, por lo que los tamaños quedan así:

Queda claro en este último gráfico lo cerca que están el rojo y el verde, por lo que "ver bien" en un color intermedio permite enfocar bastante aceptablemente los dos, mientras que la banda del azul ya pilla bastante lejos: ¡un 30% de diferencia en longitudes de onda!



2) Razón biológica


La retina dispone de células especiales sensibles a los fotones de luz. Algunas tienen una respuesta de ancho espectro ("cualquier cosa" las activa), y otras son más selectivas (sólo responden ante un color más o menos concreto). Los primeros son los bastones (visión en "blanco y negro") y los segundos los conos. De estos últimos existen tres tipos, cada uno selectivo en un rango de frecuencias (que se solapan entre sí). Por la posición aproximada de su pico de respuesta, se asocia cada uno a un "color fundamental" (rojo, verde y azul). Otro día hablaré más de la retina porque hay muchas curiosidades sobre ella.

El siguiente punto para el argumento que estoy desarrollando es que la distribución de estas células por la retina no es uniforme ni mucho menos. En general, hay una mucha mayor concentración de receptores en la parte central de la retina, en las zonas llamadas mácula y, especialmente, en la fóvea. Pero curiosamente, hay una diferencia fundamental entre los conos y los bastones en este sentido: la fóvea, la parte que nos permite ver en "alta resolución" en la dirección de la mirada, está especializada en el color. El resto del ojo no es ciego al color, pero apenas es capaz de distinguir detalles: ¡sólo vemos en alta resolución en un ángulo de ±3 grados!
El porqué no notamos esta brusca diferencia entre las resoluciones de la visión central y la periférica es mérito del ordenador más complejo que existe, que se encarga de completar, interpolar y extrapolar la información que no entra por los ojos.

Centrándonos ya sólo en la fóvea, los científicos se han dado cuenta de que ocurre algo muy especial y diferente en los conos de tipo S (los del color azul, o short-wavelength). Aparte de un cableado nervioso ligeramente distinto, existen solamente 2-10 conos detectores de azul por cada 98-90 conos de rojo y verde. ¡Son una inmensa minoría!

En esta figura los conos-S se han marcado artificialmente para poder distinguirlos. Fíjate en los pocos que son en comparación con los demás (las otras células más pequeñitas son bastones y no nos interesan):

Por razones puramente geométricas, a mayor concentración de conos, mayor nivel de detalle se puede apreciar para el color correspondiente. Por lo tanto, por alguna razón hemos evolucionado para apenas ser selectivos al azul. Eso sí, el cerebro parece ecualizar automáticamente los distintos canales porque, ¡nadie nota que los azules sean más oscuros que el resto de colores!

Posibles razones para este hecho evolutivo serían que ese color no era muy importante en el entorno de nuestros ancestros, y además, que debido a la mayor dispersión del azul (el primer punto que conté arriba), no tendría sentido tener muy alta densidad de conos-S si luego la imagen se iba a proyectar siempre desenfocada, lo que sería un desperdicio.




sábado, 23 de julio de 2011

¿Suenan mejor los vinilos que los CD?

Por Fernando de la Cuadra | 21/07/2011

Esta pregunta viene siendo habitual entre los melómanos desde hace muchos años (aproximadamente, desde que se introdujeron los CD). Y aprovechando el verano, en el que he recuperado y puesto en marcha un viejo tocadiscos, la respuesta es muy simple: depende.
Cuando se estableció el estándar para la calidad de la música en un compact disc, se decidió que la música allí digitalizada debía serlo con 16 bits y una frecuencia de 44.100 hz. ¿Por qué?
Según el teorema de Nyquist-Shannon, para poder digitalizar la forma de una onda (como el sonido) se necesita muestrear esa onda con una frecuencia que sea el doble de la máxima frecuencia que estemos muestreando. Así pues, ya que el oído humano no es capaz generalmente de oír frecuencias superiores a los 22 Khz, un muestreo de 44,1 Khz se nos ofrece suficiente, sumado a los 16 bits de cada muestra. Posteriormente se añadieron nuevas técnicas de compresión de sonido (con y sin pérdidas), de modelado de la onda… pero la base es esa: obtener música con una calidad incluso superior a la que los mortales corrientes podemos oír.
Con el tiempo han ido apareciendo nuevos reproductores de CD, en el que se mejoraba la reproducción del sonido, pero fallaba una pieza fundamental: el altavoz. Hasta que hemos llegado a ver grupos de chavales oyendo música desde su teléfono móvil, con una calidad muy inferior a la que ofrece el “transistor a pilas” que usaba mi abuelo para oír los partidos de Gento.
Las casas discográficas lo saben. La reproducción de la música de usar y tirar se lleva a cabo en sistemas con una muy pobre calidad de reproducción. Así que no hace falta que se esmeren demasiado en la grabación. Un CD con el éxito del verano no va a ser más que eso: un CD para el verano, y en septiembre pasará a engrosar la CD-teca de los adolescentes. Y eso si no es descargada de alguna página con una calidad baja, “porque ocupa menos”.
Cuando se grababa en vinilo, las grabaciones se hacían con una calidad muy distinta. Se buscaba una buena calidad en la grabación, porque los discos podían acabar tanto en un giradiscos barato o en un equipo de alta fidelidad, por lo que se conseguían grabaciones muy decentes.
Pero hoy en día siguen existiendo grabaciones espectaculares en CD, que “suenan” excepcionalmente bien. Todavía conservo los primeros CD que compré, como “Hotel California”, de Eagles; y su calidad no desmerece en absoluto de “En buena compañía”, de Mª Dolores Pradera, un reciente regalo. Sin embargo, el último de Black Eyed Peas carece de la profundidad de sonido ni de la intensidad de cada instrumento que los otros.
Resumiendo: un vinilo suena bien si está bien grabado y se reproduce en un buen equipo. Y un CD suena bien si ha sido grabado decentemente y se reproduce en un buen sistema. La mejor grabación de Von Karajan reproducida en una Blackberry siempre sonará peor que la maqueta de un grupo de garaje en un Bang&Olufsen.

Fuente: http://amazings.es/2011/07/21/suenan-mejor-los-vinilos-que-los-cd/

viernes, 25 de marzo de 2011

Yo no tengo iphone

jueves, 30 de diciembre de 2010

¿La verdadera Navidad?

La Navidad hoy en día

martes, 21 de diciembre de 2010

Síntesis de la Ley Sinde

La industria del copyright movió un dedo y se enviaron cartas advirtiendo de acciones legales. Cuando las cartas se ignoraron, la industria movió un dedo y se interpusieron las acciones judiciales. Cuando los jueces resolvieron en favor de denunciados y demandados, la industria movió un dedo y se recurrieron las resoluciones. Cuando volvieron a perder en los juzgados, la industria movió un dedo y desaparecieron los jueces.

Por: David Bravo

jueves, 28 de octubre de 2010

Uno de los mejores monológos que he visto

Parte 1



Parte 2



Parte 3



Parte 4



"Éramos muchos, muchos más que muchísimos y muchísimos más que más"

jueves, 21 de octubre de 2010

Ley de la gravedad social

Ley de la gravedad adaptada a las relaciones sociales:

"Se requiere menos energía en dejar caer una verdad que en intentar sostener una mentira"

Descomplicándome

martes, 20 de julio de 2010

Lo que ha dado de sí el Mundial

El ya famoso beso de Iker a .... (agggggg!!!!!)


... y el combate que hubo en la final .. ¡¡¡ ESTO ES ESPARTA !!!


miércoles, 14 de julio de 2010

El sistema bancario

Corte donde se explica de manera muy simple (y no tan descabellada) el funcionamiento de la banca



extraido de la película "El concursante" de Rodrigo Cortés